Diferentes Enfoques Por Competencias. Una Breve Mirada.
Por Rosalía Nalleli Pérez-Estrada
rosalia.nalleli@gmail.com
Conocer los diferentes enfoques educativos que han sustentado a la educación durante mucho tiempo, específicamente aquellos que son retomados aún en la actualidad, debería ser una obligación de cualquier docente. Si no se conocen, la práctica educativa se basará en creencias personales, sin sustento teórico ni filosófico y su resultado será infructuoso o muy débil. Este escrito aborda, de manera general las fortalezas de 4 enfoques y resalta las del enfoque Socioformativo.
En México son varios los enfoques con los que se ha trabajado en la mejora educativa, y es el enfoque por competencias el propuesto para trabajar en la última década; sin embargo son muchos los docentes que aún no terminan de implementarlo, de conocerlo o de aceptarlo y, en algunas instituciones, se siguen desarrollando clases tradicionalistas enfocadas en el docente, sin proyectos, sin conciencia del aprendiz como ejecutor de su propio aprendizaje y sin considerarlo como un ciudadano del mundo del siglo XXI. Las prácticas que se pueden apreciar en las aulas tienden a ser, a veces, totalmente conductuales o funcionalistas, que ayudan al aprendiz a desarrollar nuevos conocimientos con competencias por desarrollar, asumidas como comportamientos clave de la gente para competitividad de las empresas o en un mejor intento, como competencias con atributos que la gente debe tener para cumplir con su desarrollo profesional, definido en funciones específicas. Si bien es cierto que en su momento estos enfoques, el Conductual o el Funcionalista, fueron necesarios de acuerdo a la época de su surgimiento y respondían a las necesidades del contexto, también es cierto que han sido sustituidos poco a poco por una visión más constructiva donde las competencias se han asumido como procesos que se componen de habilidades, conocimiento y actitudes que le permiten al alumno resolver dificultades en diferentes contextos sociales, profesionales y desde un punto de vista organizacional.
Y, en defensa de cada una de sus aportaciones, todos los enfoques en diferentes momentos han aportado algo novedoso que ha sido de gran apoyo para la educación y específicamente en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Sin embargo, aunque su carácter dialógico no ha sobrepasado la actualidad, aún se sigan aplicando. Así, retomando lo más significativo de cada uno de ellos, en el enfoque conductual, centrado en conductas, como lo indica su nombre, ha ayudado al alumno a responder a sus necesidades inmediatas, cubre una parte del aprendizaje en la aplicación inmediata, no necesariamente pensada o construida, ni mucho menos planeada con emprendimiento. Con lo que respecta al enfoque funcionalista, este se ha centrado en lograr que el alumno aprenda lo que le es útil para que pueda ser exitoso en el momento, con una comunicación, una aplicación o un uso, y que aprenda de las mismas actividades que desarrolla en el contexto. Este tipo de enfoque ha centrado el aprendizaje en las tareas y en su cumplimiento, sin necesidad de seguir una metodología, aspectos metacognitivos o una reflexión profunda en su aplicación, pero logrando la tarea planteada. Por su parte, el enfoque constructivista, involucra al que aprende y este aprende a aprender, sin ser un aprendizaje mecánico y buscando sentido o respuesta a su actividad, pero nuevamente, centrado en la tarea en la cual debe de involucrarse para dar respuesta. Por otra parte, y como propuesta más reciente, innovadora y globalizadora, se habla del enfoque Socioformativo, que toma a las competencias como actuaciones integrales que buscan resolver actividades y problemas del contexto, con exactitud, adecuación y tiene como base el pensamiento complejo. Por tal razón, engloba de alguna forma, las propuestas de los enfoques anteriores, pero buscando ayudar para que la educación afronte los diversos problemas de la sociedad del conocimiento. Con la aplicación de este enfoque se busca que haya una formación integral para vivir en sociedad y busca que los estudiantes desarrollen un proyecto ético de vida, sean emprendedores, colaborativos y competentes. Cuando este enfoque propone una educación integral, no se habla ya de ese tipo de educación que en su tiempo se propusiera con José Vasconcelos, filósofo y escritor Mexicano del siglo XX, quien afrontaba diferencias de lenguaje o sociales que también proponía una formación integral para la convivencia. Se habla de una sociedad que se comunica, pero que no surge después de la revolución industrial, ni de la revolución tecnológica, sino de esta sociedad que ahora tiende a la globalización. En este proceso de desarrollo de competencias Socio formativas, se pone en juego el conocimiento en el alumno primero, se planea a partir de las competencias que se desarrollaran en el mismo alumno, se echa a andar sus procesos de entendimiento, se busca que aplique la metacognición de una manera tal que sea capaz de identificar lo que sabe para ponerlo en juego, que desarrolle actitudes éticas y de emprendimiento y que ponga en juego sus habilidades y destrezas para lograr su cometido. Y es el mejoramiento continuo y la ética, uno de sus principales componentes, pero el pensamiento complejo siempre está presente, para considerar a la gente, con pensamiento crítico, que tiene creatividad, con destrezas en liderazgo, con la capacidad de trabajar de manera colaborativa, con responsabilidad, respeto y emprendimiento social o empresarial que le permiten ser más eficiente en su desempeño, con la gran oportunidad de ser evaluados, co-evaluados y hetero evaluados con objetivos únicamente de mejoramiento y retroalimentación.
El enfoque Socioformativo es una propuesta demasiado interesante si se piensa para la educación del siglo XXI. No se puede seguir trabajando con enfoques aislados del pasado que atendían a una sola visión del aprendizaje (ver mapa 1). La Socioformación puede ser una respuesta a las necesidades actuales en educación del mundo globalizado, para los diferentes subsistemas educativos, sin embargo, su vigencia y trascendencia dependerán en gran medida de su aplicación científica y de la aceptación mundial y local. Depende también de su seguimiento y del compromiso ético y científico de sus seguidores, de sus propuestas y áreas de investigación, de la filosofía que lo sustenta, así como de los aspectos epistemológicos que desarrollen y por supuesto de sus resultados. Quien decida incursionar en la socio formación debe verla como un reto para hacerla trascender a través del tiempo para que no sea un enfoque pasajero, o de moda, que con el paso del tiempo, se quede olvidada como la carta de buenos deseos, con sueños de la niñez que cambian cuando se es adulto y se buscan realidades diferentes.
Conclusiones.
El escrito buscó de manera general hablar de lo más sobresaliente de cada enfoque, sin profundizar en el tema. Y de manera más específica aborda a la Socioformación con sus fortalezas y abre un panorama de los retos que enfrentaría en un tiempo cercano. Para una profundización del tema y de sus componentes haría falta un cuadro comparativo de cada fortaleza o debilidad enfocada, a través del análisis curricular de su propuesta. Mientras tanto, la Socioformación muestra tener un panorama más amplio de abordar las competencias, por su enfoque, sus objetos de estudio y su metodología, la cual debe de ser practicada para ser comprendida.
Bibliografia.
Para adentrarse más al tema, o tener asesorías al respecto, comparto el link donde se puede lograr: http://www.cife.edu.mx/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario