lunes, 26 de septiembre de 2016

APRENDIENDO, OTRA FORMA MÁS PARA CELEBRAR SER MEXICANO

“¿Tendremos clase de inglés, hoy que es 15 de septiembre?” Fue la primera pregunta que escuché al entrar al salón de clase a las 6:00 a.m. Venía de un estudiante de ingeniería, que debe aprender inglés.
¡Por supuesto! Fue mi respuesta inmediata y con una sonrisa intenté convencerlo. ¡El aprendizaje jamás debe detenerse!, -Dije- mientras empezábamos la clase y pensaba que aunque sólo era una hora diaria de práctica, era suficiente tiempo que le ayudaría para avanzar, ya que al salir de clase,  todo lo que escucharía sería canciones, diálogos y noticias en español. También, que si leía un libro, el periódico o una revista, estas serían en español también. Situación que ha provocado que a pesar de los esfuerzos de muchos años que los Mexicanos estudiamos  inglés, este continúa siendo una lengua extranjera, por poco uso y por la poca exposición fuera de clase.
Para mi alumno, hablar inglés un 15 de septiembre -en una clase de inglés-, implicaba sentir que estaba traicionando una hermosa celebración  que se lleva a cabo en este día tan lleno de felicidad para los que amamos México: el grito de independencia. Sin pensar que la traición empieza cuando se trabaja poco, cuando no se aprende nada, cuando se promulgan reformas en contra de la mayoría y se abusa  del poder, cuando se le roban sus arcas y, cuando siendo Mexicano, se engaña a su misma gente.
Mientras la clase transcurría intenté convencerlo que aprender un idioma extranjero no significa traicionar  lo  mexicano. Aprender inglés es una manera de poder competir hombro a hombro a nivel mundial  con alguien de una profesión afín e implica también una manera de rebelarte a la imposición de lo extranjero, porque te facilita expresar tu propio punto de vista, tus deseos, tu rechazo y tus miedos pero sin tener que recurrir a un traductor o interprete.
Aprender inglés tampoco significa volverse extranjero ni rechazar lo propio. Significa abrirse a otra posibilidad más de conocer, de leer, de aprender y de comprender otras culturas para reconocerte en la propia.
El que adquiere un idioma diferente a su lengua madre logra reflejarse en el extranjero como su igual, sin rechazar su propia nacionalidad. Es identificar en el otro sus capacidades pero también sus carencias, en una lucha entre iguales donde la vieja creencia se pierde de que lo extranjero o lo güero es  mejor.
La mejor forma de celebrar el 15 ó 16 de septiembre, 20 de noviembre, 5 de mayo, 5 de febrero, 11 de octubre, etc., es aprendiendo, ya que por cada conocimiento modificado, por cada pensamiento cambiado, por cada actitud mejorada, por cada ideología reforzada se está gritando “Viva México”.
Nuestra riqueza cultural como Mexicanos debe ser reforzada en cada palabra leída, para no agachar la cabeza, en esa conciencia del sometimiento vivo que se ha sufrido durante siglos y para el cual, en 1948, José Vasconcelos más o menos refería “en la historia los siglos suelen ser como días… atravesamos épocas de desaliento, seguimos perdiendo, no sólo de soberanía geográfica, sino también en poderío moral… la derrota nos ha traído la confusión de los valores y los conceptos; la diplomacia de los vencedores nos engaña después de vencernos; el comercio nos conquista con sus pequeñas ventajas. Despojados de la antigua grandeza, nos ufanamos de un patriotismo exclusivamente nacional, y ni siquiera advertimos los peligros que amenazan a nuestra raza en conjunto. Nos negamos los unos a los otros…no solo nos derrotaron en el combate, ideológicamente también nos siguen venciendo”.
A 68 años de que escribiera esto, aún se nota esa pérdida. No se trata sólo de ponerse un sombrero, un moño,  un vestido de china poblana o una bandera alrededor del cuerpo para sentirse patriota en un día y olvidarse de toda esa vestimenta el resto del año; en una emulación de carnaval de 24 horas, con trajes mexicanos para cantar Mexico lindo y querido o de bailar la Adelita y disfrutar de la algarabía antes de que llegue el ayuno, lo que nos forjará la identidad alrededor del mundo, ni nos dará la competencia, ni se logrará el respeto ante el extranjero.
Es el reconocimiento o el respeto vasto de nuestra historia, del mexicano como tal y las evidencias del aprendizaje y la educación, lo que hará que se nos respete más en cualquier lugar, a 206 años  de nuestra celebración.
Así, durante la hora de clase práctica, ponía todo mi ahínco para despertarle el deseo de seguir aprendiendo y ser competente a nivel mundial y, mientras sonreía, pensaba en nuestro fascinante reto como docentes de un idioma extranjero en México y recordaba nuevamente a Vasconcelos en uno de sus discursos de 1921, dirigido a los docentes universitarios durante las cruzadas, donde los invitaba a seguir trabajando en la educación del pueblo, en un contexto únicamente de alfabetización que decía: ”los hombres libres que no queremos ver sobre la faz de la tierra ni amos ni esclavos, ni vencedores ni vencidos, debemos juntarnos para trabajar y prosperar. Seamos los iniciadores de una cruzada de educación pública, los inspiradores de un entusiasmo cultural semejante al fervor que ayer ponía nuestra raza en la empresa de la religión y la conquista”.
rosalia_na@hotmail.com
Publicado el 16 de septiembre de 2016 en: http://www.expedientepolitico.net/aprendiendo-otra-forma-mas-para-celebrar-ser-mexicano/

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