domingo, 23 de octubre de 2016

A LA RECONQUISTA DE SÍ MISMO, DESPUÉS DE HABER ESCALADO EL EVEREST

Tlaxcala, Tlax., 19 de octubre de 2016.
¿Qué tan alto puede llegar un hombre en la vida, cuando uno de sus principales logros ha sido llegar a la cima del Everest? Pregunta obligada al escuchar las vivencias de Ricardo Torres Nava, primer mexicano en escalar el Sagarmatha.
Este monte, con más de 8 mil metros de altura, representa una conquista más del  recientemente titulado de la licenciatura en Psicología de la UVHM,  al igual que su conquista al K2, donde se dice que una persona muere por cada cuatro que logran llegar a la cima y lo lanza a la búsqueda de integrarse ahora al ámbito del conocimiento del estudio del hombre, para estudiar su conducta y sus procesos mentales, incursionando en el aspecto académico y seguir compartiendo su visión de  vida.
Entre las líneas de su plática, se aprecian sus viajes entre Nepal y China,  o a las fronteras entre china y Pakistán,  se vive su recorrido por el Himalaya y muchas otras visitas a diversos países que lo han ilustrado para apreciar la vida,  mientras se aprecia su riesgo de perder la vida.
Su tenacidad y  persistencia  incalculables lo llevan a otra pequeña cima al concluir su licenciatura, sin que lo mueva el interés de un empleo,  ni un posicionamiento económico, ni social; por lo que su motivación interna se vuelve visible como su motor de 1200 caballos de fuerza, como el Lotec Cirius alemán,  que lo han hecho subir y subir miles de kilómetros el llamado ´tercer polo de la tierra’, sin desfallecer, con esa manera de decirle a la gente que persiga sus sueños, no importa las circunstancias que se vayan presentando.
Al escucharlo, recuerdo lo que dice Maxwell (2013:78),  “la gente no puede elevarse por encima de las limitaciones de su carácter”, por lo tanto, se requiere conquistar primero el carácter y conquistarse así mismo, para poder llegar más lejos.
El agua, la lluvia, los rocas, los deslaves,  el aire y el cansancio, podrían ser comparados en el estudio con un examen difícil, un docente tirante, la tarea borrascosa, el contenido ininteligible, la autoridad educativa castrante o todo lo que parezca un impedimento para continuar, sin embargo el ímpetu por llegar y el deseo de cambiar de estatus pueden ser más fuertes para seguir avanzando, para quien en realidad quiera llegar.
Ricardo Torres, en plan de broma burlona, alude a lo inverosímil de haber tenido que presentar su certificado de primaria para titularse, cuando ya en sus manos tenía el de secundaria. Increíble pero cierto. El objetivo de la certitud es necesario a veces, para no caer en errores, aunque se caiga en la idiosincrasia del retrabajo, de la pérdida de tiempo y en la lentitud del logro en los procesos.
Y mientras se piensa en esto, su plática sugiere entrega total a lo que se busca, para lograr lo que se quiere, en una caminata de aproximación inicial y de práctica que conduce a la meta poco a poco, aunque se requiera la ayuda de un shelpa, el amigo de gran ayuda que nos hace llegar y que pasas muchas veces desapercibido.
En una búsqueda incansable de lo que  quiere: para esto, Savater dice que (2008:52) “Es importante ser capaz de establecer prioridades y de imponer una cierta jerarquía entre lo que de pronto se me apetece y lo que en el fondo, a la larga quiero”
Su mensaje profundo parafrasea lo siguiente: no importa la situación en la que uno se encuentre, la grandeza del ser humano se mide en la capacidad que tiene para recuperarse ante cada caída, por lo tanto su altura se relaciona con la capacidad de lograr lo que se propone.
“Si te sientes cansado y deseas abandonar la empresa, debes de pensar que lo único que has dado es el 20% y que quizás aún te falte dar el 80 por ciento. No puedes esperarte a que todo esté tranquilo y en orden para correr riesgos”, dice.
Él forma parte de los que se han atrevido y lo han logrado y  su tenacidad y esfuerzo son los que lo  hacen diferente. Él es lo que para Kiyosaki, (2006) en su propuesta para que la gente haga cosas diferentes y salga de la situación en la que se encuentra,  dice que “A menudo, en el mundo no es el más inteligente quien va adelante, sino el que se atreve”.
Por lo tanto, busquemos atrevernos a hacer cosas diferentes que nos lleven a lograr el cambio. Un cambio que no dañe a nadie, pero que sí traiga beneficios para todos los involucrados.
Publicado en:http://www.expedientepolitico.net/a-la-reconquista-de-si-mismo-despues-de-haber-escalado-el-everest/

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