jueves, 17 de octubre de 2019

LINDO MÉXICO QUERIDO.


LINDO MÉXICO QUERIDO.


By. Rosalía Nalleli Pérez Estrada

Mexico is certainly a place full of colors, joy, party and music. Its weather, vegetation and landscapes make it an unforgettable place to visit; despite of its many educative, financial, political and ethical opportunities that it still has to become a first world class country.
Its mere and vast territory makes it a target place to live and, if we only thought about its nice, friendly people, nobody would hesitate about staying here for a very long time. I say so because when I woke up today, I listened to some Mariachis outside my house. They were singing the “Cielito lindo”, “Mexico lindo y querido” and some other famous songs. I could listen to the mariachis who sang with very emotional and vibrated voices which could be heard everywhere.
Their guitars and their strings, the trumpets and their keys, their double bass and its beautiful sounds, all together, made me feel the beat of my heart when I thought about the place where I wake up every day and where many of my friends live. In that moment I remembered that it was September 13th and that it was time to begin the celebrations of Independence in Mexico.
With the music in mind and while I drove to my job, I could see many big and small Mexican flags everywhere. They were hanging on the streets, stuck on the windows of the houses and attached on the cars´ hoods that passed by. Their white, red and green colors reminded me of those times when I went to basic school and sang the Mexican Anthem every Monday morning at the patio of a school, while we worshiped our flag and our nationality.
There have passed many years that I have not done that practice every morning anymore, because I have worked for a long time in higher education and this is not a mandatory activity in this level. However, today when I arrived at my job I also knew that we would do our national ceremony again and I could not avoid feeling happy about it.  That was really nice for me to know that news, and although UNESCO (2015) proposed education as a common good and to reestablish civic education in the globalized world, with equilibrium among respect to plurality, universal values, common progress and the wellbeing for humanity, and it also proposed to form students with a global vision of their work and to educate them with no borders in mind, so that they are able to share their knowledge at any place, it is impossible not to love the place that we saw for the first time when we opened our eyes at birth or where we grew up happily with our beloved ones: a father, a mother or with both.
It does not mean that because of the love that we feel for our territory, we have to close our eyes to the reality, because we really still need to learn how to collaborate with the knowledge society as Tobon (2017) proposes. Even more, we also need to begin thinking globally as Gary Hamel (2012:5) states in his book What Matters Now when he says that “the Web is also producing a new sort of global consciousness, a heightened sense of our interconnectedness”, by recognizing that we can live in a country, but we must learn from others and to collaborate ethically with them, even when we are at home and we are connected to the Net.

Then, at work, it was nice to see many future engineers who arrived with the traditional, colorful, embroided Mexican hats and hand woven party-colored dresses to celebrate past facts that cannot easily be forgotten here.

Many of them carried candies and traditional Mexican food to share with their classmates, such as pozole, tostadas, chalupas, enchiladas, mole, nogada chilis, a wide variety of tacos and so on. However; in spite of the fact that we have many things to celebrate and to be happy about, when we listen to our music or we dance, we must be aware that we need to accept that there are still so many practices that we, as Mexicans, should elude to become better citizens immersed in peace and order, to have a more tranquil and respectful life.
http://www.unesco.org/new/fileadmin/MULTIMEDIA/FIELD/Cairo/images/RethinkingEducation.pdf
*Rosalía Nalleli Pérez-Estrada. Directora de Universidad Santander, Campus Tlaxcala. Profesora por asignatura, de la Universidad Politécnica de Tlaxcala y en coordinación del Departamento de idiomas de la misma universidad. Investigadora invitada por CIFE y Fundadora de la Sociedad Anónima Madison School Come to be the Best, desde 1999.
Email: rosalia_na@hotmail.com

miércoles, 6 de marzo de 2019

EL PODER DE UNA LECTURA CONSTANTE

EL PODER DE UNA LECTURA CONSTANTE
Rosalía Nalleli Pérez-Estrada
La liberación de ataduras mentales viene siempre acompañada de una lectura constante y se palpa en el escritor, orador o investigador experto. La mejor manera de descubrir su libertad se logra cuando se lee o  escucha su participación entretanto se muestra en el manejo de un público; y que logra lo que decía Bloom Harold (2000), que la lectura por su cuenta importa ya que permite a los individuos tener la capacidad de juzgar y opinar por sí mismos, ya que la lectura fortalece la personalidad y permite averiguar cuáles son los verdaderos intereses de cada uno.
A la vez, sus estrategias lectoras se muestran en cada texto producido mientras se escuchan las voces, ideologías y argumentos de innumerables escritores, a la par que muestra también sus pensamientos e ilusiones. Gente que cuando habla o escribe hace que su pensamiento se vuelva tangible y mezcle su construcción y reconstrucción con cada lectura, al traer a su voz a múltiples filósofos, poetas y políticos que le han dado vuelta al mundo;  con un texto literario, argumentativo informativo, científico o un tratado, mostrando la interpretación de sus sueños, críticas y opiniones, pertenecientes a diferentes disciplinas y de gente como Vargas Llosa, Gabriel García Márquez, Albert Camus, Gabino Barreda, Mario Benedetti, José Vasconcelos, Octavio Paz, Jean Baptiste P., Cicerón, Nietzsche, Belisario Domínguez, Krause, Carlos fuentes, Gustavo Díaz Ordaz, Samuel Ramos, Jorge Luis Borges, Facundo Cabral,  Larry Niven, Freire o José Martí, Goleman, por mencionar sólo a algunos, que son regularmente citados durante algún discernimiento conciliador y esto lleva respetar el gran arte de producir textos, para conmover y convencer con elocuencia; porque detrás de cada idea, hay un libro leído, con productores de textos que desarrollan el pensamiento crítico, paralelo y complejo y representan la realidad mediante la palabra, mientras defienden a un autor o su postura y cambian el repertorio de creencias, de todo el que lo escuche o lea.

La participación en la oratoria, en el debate, en los foros o en una revista, periódico  o libro, logra que el productor que habla o escribe juegue y busque convencer a una audiencia, mientras ejerce el poder de la palabra y se beneficia, quizás sin saberlo, de la posible enfermedad que ataca la vejez, por ejercitar a ese músculo llamado cerebro, a la vez que se libra de prejuicios apabullantes, de cercos y etiquetas sociales que  estresan en una exigente sociedad crítica, poco colaborativa para la propuesta. Esta gente, que hace de su lectura su voz y su modo de vida constante se vuelve a la vez un conversador experto, que desea saber más mientras se aleja del vicio mundano y castrante que lo lleva al rumor, y disminuye su energía; durante el desarrollo de la creatividad personal, de auto conocimiento, primer paso para potenciar la inteligencia emocional, para enfrentar problemas de manera pacífica y sin manoteos, ni reacciones agresivas para entablar relaciones a largo plazo, basadas en el respeto.
Por otro lado, un buen lector siempre tiene a un libro como compañero con quien dialoga en una discusión tolerante y de escucha atenta, a la par que de manera inherente desarrolla estrategias lectoras, que se vuelven automáticas y reguladas, dando razón a Solé quien decía que (2006) aprende a asumir el control de la propia lectura, a regularla y a tener un objetivo para ella, mientras genera hipótesis acerca del contenido que se lee. Así que  tanto el lector, el escritor y el orador, cuando producen un texto, recurren a su contexto mental en el cual se ubica su conocimiento previo para poder comprender o producir un texto. La experiencia previa y constante del maravilloso mundo de leer conduce, indudablemente, al hermoso mundo del conocer y del proponer, situación que puede seguir siendo promovida por el gran sistema educativo Mexicano y de manera incansable, para que en un futuro todos los lectores se vuelvan escritores y todos los escritores lleven a nuestro mundo a vivir un desarrollo de lectores incansables, en una pandemia de propuestas, cuyo deporte vaya acompañado de un libro y su arma principal ante la pelea sea la palabra, en todas partes del planeta, en una actividad casi parecida al comer o dormir, que parezca que es el producto de un cuento de ficción.
Rosalía Nalleli Pérez-Estrada. Directora de Universidad Santander, Campus Tlaxcala. Profesora por asignatura, de la Universidad Politécnica de Tlaxcala. Investigadora invitada por CIFE.   rosalia_na@hotmail.com.
PUBLICADO EN EDUCACIÓN FUTURA EL 14 DE FEBRERO DEL 2019
http://www.educacionfutura.org/el-poder-de-una-lectura-constante/

2019: BUENOS DESEOS

2019: BUENOS DESEOS
 Rosalía Nallelí Pérez Estrada*
En México empezamos el año con noticias sorprendentes: 2 Políticos poblanos que abandonaron el espacio de los vivos, el muro y su construcción, el robo clandestino de hidrocarburos por todos lados, docentes contentos o preocupados  por la anunciada desaparición de la reforma educativa y por los múltiples efectos que traerá una nueva. Noticias que muestran a mucha gente vulnerada en sus intereses personales que ataca al nuevo gobierno y gente que lo defiende y guarda silencio pacientemente, esperando el ansiado milagro. Con todo esto, pareciera que en lugar de empezar el 2019 con un listado de buenos deseos, los temas que se abordan en los medios son los que rigen la vida y controlan el humor del mexicano.
Por si esto fuera poco, una mínima cantidad de personas propone mientras los esclavos del pensamiento rápido y reactivo critican y se quejan, a la vez que repiten el murmullo infundado o se alegran del que cae. Con esta situación, la queja se vuelve estribillo mientras se olvida que a veces la estrofa es la que en verdad propone. Sin embargo, esto no es algo nuevo, quejarse es una costumbre humana ya que regularmente quien se queja es porque espera un cambio. Si el trabajador se queja porque se siente explotado, quizás no ha sabido cómo decirles a sus jefes que necesita un mejor apoyo. Si el ciudadano se queja, quizá es porque no ha sido del todo escuchado.
En un país con más de 120 millones de habitantes, es normal que la gente se queje y más normal que todo parezca un caos; cuando la información surge a medias o surge de colores, tirándole a nota roja, producto de  algunos medios de comunicación que han caído en la comodidad de informar únicamente lo que consideran debe de ser informado. Otros, por vender, publican notas sensacionalistas que, para el pensamiento crítico nulo, todo lo que le digan se vuelve verdad y le causa pánico.
La gente reacciona de diversas maneras, algunos investigan el hecho, otros repiten el hecho y lo dan como verdad, muchos otros: sumergidos en el miedo, simplemente empiezan a actuar, atacando y  viendo cómo sobreviven en el caos (ya que ese pánico regularmente surge del miedo a la escasez, al fracaso o a la inseguridad en cualquier plazo, según Scovel (2012).
La reacción es muy normal ante tanto ruido exterior. Sin embargo, la reacción agresiva obedece a un dialogo interior que impide visualizar la realidad creando otro mundo alterno al que ya preocupa en sí y esto ha sucedido durante siglos con peleas declaradas o implícitas entre continentes, fronteras, países, estados, pueblos, pobladores y vecinos, hasta llegar a peleas entre hermanos y las causas pueden ser diversas:  por el amor, fronteras, los limites, el dinero, las pertenencias o por el poder. Pareciera que estas peleas continuarán por toda la vida, no importa cuántas generaciones pasen. Si esto no es creíble, piense en su enojo del día y analice con quién se enojó hoy o ayer y qué era lo que Ud. estaba esperando y que no recibió. Lo mejor de esto es darse cuenta que incluso la pelea no necesita ser con los demás, pues Ud. trae regularmente ya una pelea consigo mismo. Muchos al levantarse se ven al espejo y en lugar de apreciar la maravillosa pieza de arte que la vida les concedió, empiezan a ver sus defectos: color, gordura, cicatrices, encanecimiento, arrugas, flacidez, pobreza, etc., etc., etc. y empiezan a boicotearse haciendo lo que no le es recomendado.
Y por lo tanto, imagine: si usted se levanta a diario y empieza a dañarse, peleando consigo mismo, cómo podrá evitar pelear con el vecino, en el trabajo, por una propiedad o por dinero. La pelea entre humanos jamás se va a acabar hasta que no se logre aceptar la reconciliación con uno mismo para poder vivir en paz y así poder colaborar. Indudablemente, incluir el manejo de emociones para desarrollar la autoestima y el autoconocimiento en la educación será un tema bastante acertado para ayudarse y ayudar a los demás con los que se convive. Por lo tanto, si hoy tiene Ud. una crítica, por favor piense también en una posible propuesta y empiece con Ud. mismo. Sería interesante poder conocer finalmente  a quién vive realmente en usted para poder enlistar sus buenos deseos: Sin hacer caso al ruido de los medios y sin que le afecte lo que afuera, los demás inventan. Feliz inicio de año.
Rosalía Nalleli Pérez-Estrada. Directora de Universidad Santander, Campus Tlaxcala. Profesora por asignatura, de la Universidad Politécnica de Tlaxcala. rosalia_na@hotmail.com. Investigadora invitada por CIFE  rosalia_na@hotmail.com
Publicado en Educación Futura el 30 de enero del 2019

martes, 15 de enero de 2019

Hablando del libro “Las pieles que vestimos”. Corporeidad y prácticas de belleza en jóvenes chiapanecas

Hablando del libro “Las pieles que vestimos”. Corporeidad y prácticas de belleza en jóvenes chiapanecas

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Rosalía Nalleli Pérez-Estrada
El libro las pieles que vestimos. Corporeidad y prácticas de belleza en jóvenes chiapanecas nos introduce a la defensa de la autora, Tania Cruz Salazar como chiapaneca y chamula, hacia la raza indígena, mientras manifiesta abiertamente que existe discriminación y racismo en la clasificación de  indígenas o mestizos en su estado y a la vez critica el amplio rechazo por lo local; en un listado de lo que se considera “bonito” o “feo” que impide encajar abiertamente en la sociedad actual, gracias al consumismo aplastante y empoderado por la pérdida de la identidad. La postura de la autora ante la tensión de la imposición y la resistencia, en su objeto de estudio, lleva al cuestionamiento de su postura, si esta es informativa, de convencimiento, de defensa o de justificación, entre la controversia de lo que escribe y lo que a diario vive en casa.
La recomendación del libro surge por la importancia de comprender porqué como sociedad se prefieren o se rechazan ciertos estereotipos de belleza, sin estar conscientes de ello. También se propone para disfrutar el recorrido histórico en su investigación documental y etnográfica que logra, en un periodo del 2004 al 2009 y de cómo describe la corporeidad y belleza hegemónica de los jóvenes en general y del cuerpo enculturado que ha cambiando del siglo XX al siglo XXI; con grandes transformaciones en el sistema mundial capitalista y de cómo el consumismo influye al ser humano, por tendencias o modas impuestas y lo atropella de manera invisible y desenfadada, especialmente en la sociedad chiapaneca que habita en San Cristobal de las casas.
Para la autora, la concreción del libro significa la presentación de su investigación, con una metodología en la que primero hubo un acercamiento con los sujetos de investigación y exploración de la zona, más la aplicación de técnicas como cuestionarios, entrevistas, diarios de campo, biografías, fuentes hemerográficas y de herramientas plásticas, como el dibujo y el recorte. También, significa presentar la  corporeidad que ella misma da a sus sujetos de investigación mientras narra sus prácticas de belleza, la concepción que ellos mismos tienen sobre el tema y sus formas de estar en el mundo actual, con jóvenes que muestran sus prácticas heredadas y modificadas, en una heterotopia de Foucault y los resultados formados por los medios de comunicación. En la escritura, se presenta la corporeidad y la belleza vistos como un espacio personal con expresión cultural, en una galería de entramados culturales que distinguen social, etaria y genéricamente a un sujeto,  desde la perspectiva antropológica, con aquello que se dice y se hace con el cuerpo, como manifestación de la existencia humana. Tania Cruz dice (P. 41) “arreglar el cuerpo es un acto de mediación entre el sí mismo y el mundo social, entre los gustos particulares de la persona y las normas sociales demandadas. Arreglar el cuerpo puede tener varias lecturas: i) componerlo privadamente para lucirlo públicamente, ii) incorporar una serie de convenciones y representaciones culturales o iii) encarnar las normas de belleza y las de género que corresponden a cada grupo cultural”.
También, en el libro se identifica cómo la autora alza la voz para mostrar su inconformidad contra el poder económico que rige los comportamientos corpóreos y ciertos patrones de conducta que conducen al consumismo de la producción en masa, para atender cuestiones de belleza, de manifestación corpórea  para insertarse en la sociedad global mientras se pierde la identificación individual. Un libro lleno de dicotomías, que expresa la discontinuidad relativa sobre el sujeto, entre lo que es innato (cuerpo) y lo que es transferido (cultura), lo que de él se dice y se piensa (concepciones) y lo que se hace con él (prácticas) y de la encarnación cultural mediante la incorporación de convenciones, representaciones  y toma de elecciones cotidianas.
La autora, desde su perspectiva Foucaultiana, mientras propone una tipología de prácticas de belleza que pueden también ser analizadas, dice (p 14) “Las pieles que vestimos es una ventana abierta al mundo de los espejos y de las miradas de lo que se maquilla y de lo que se revela, de lo que se adapta y de lo que se confronta, de lo que se distorsiona y de lo que se apropia, de lo que permanece y de lo que se transforma”. Para concluir, Las pieles que vestimos es una lectura obligada para acercarse a los hermanos chiapanecos mientras se tratan de comprender sus practicas de belleza y cómo sus diversas manifestaciones corpóreas los han ido segregando, así como la gran influencia que se recibe del exterior que provoca que entre su misma gente, se diga de dientes pa´ fuera que ama lo local, mientras que en sus acciones prefiere lo extranjero, lo cual no es malo, si primero se aprende a respetar y  aceptar lo que por herencia cultural y racial en verdad le pertenece. Finalmente, la autora dice (p139): “En la actualidad vemos que en San Cristóbal de Las Casas existe un sincretismo cultural imposible de negar, aunque también hay innovación, cambio, continuidad, adaptación y resemantización cultural. Los gustos se traslapan y las lógicas estéticas a nivel local son también heterotópicas.”
Rosalía Nalleli Pérez-Estrada. Directora de Universidad Santander, Campus Tlaxcala. Profesora por asignatura, de la Universidad Politécnica de Tlaxcala. rosalia_na@hotmail.com. Investigadora invitada por CIFE  rosalia_na@hotmail.com